Cusco, 23 de agosto. Instalación de la nueva Unidad de Gestión de Machu Picchu (UGM). El viceministro de Patrimonio Cultural, Javier Luna, estrecha la mano delpresidente de la Región Cusco, Jorge Acurio Tito. Observa el ministro de Ambiente, Ricardo Giesecke. A la derecha, el ministro de Turismo, José Luis Silva. A pesar de lo amable de la escena, cada uno representa intereses contrapuestos. Fotografía: Andina.

Entre denuncias de acoso sexual, chantaje y corrupción en la venta de los boletos, Machu Picchu celebró el centenario de su descubrimiento. Las denuncias no tuvieron mucho eco en Lima pero remecieron la capital cusqueña a inicios de año.

Ahora todas las acusaciones están olvidadas. Para muchos, fueron sólo los dolores de parto de la nueva UGM, el nuevo sistema de administración de Machu Picchu que rige desde junio y cuya restructuración fue uno de los pedidos de la UNESCO al Estado Peruano.

La nueva UGM es un cambio radical en la historia de la administración de Machu Picchu. Históricamente, durante años, el poder lo detentó, desde Lima, el INC. Era una visión culturalista (“huaquera“, la llaman sus adversarios) e, inevitablemente,centralista. Pero en junio, el balance del poder cambió.

—Ganaron los mercantilistas que quieren exprimir a la gallina de los huevos de oro —le dijo, en confidencia, una autoridad “huaquera” a INFOS.

Ahora la UGM está presidida por el Gobierno Regional de Cusco, cuyo presidente, Jorge Acurio Tito, tiene una actitud que sus detractores llaman, en efecto, “mercantilista”. Y no está solo.

—El Valle de los Reyes en Egipto recibe 30 millones de visitas anuales —dijo el ministro de Comercio Exterior y Turismo, José Luis Silva el día de la instauración de la nueva UGM—. Y las pirámides son más frágiles.

Lee el informe completo sobre el enfrentamiento entre los mercantilistas y los huaqueros por Machu Picchu